La literatura infantil constituye un género tan amplio y complejo, que no es fácil llegar a una denominación válida. Se han ensayado otros términos, tales literatura “dual” o “ambivalente” —puesto que funciona para adultos y niños al mismo tiempo—, o bien, literatura “sustantiva”, por tratarse de una literatura bastante despojada de accesorios, poco descriptiva y más bien “sustancial”. Particularmente, me gusta la nominación de “literatura esencial”, ya que está conformada, en general, por textos muy depurados, similares a los poemas. Pero ninguno de estos términos se ha extendido (todos tienen sus bemoles), por lo que se ha impuesto universalmente el popular calificativo, menos apropiado, de “infantil”.
Pero nos encontramos entonces con un calificativo inspirado en la receptividad de los potenciales lectores (los niños) hacia determinados textos, lo que constituye una referencia extratextual y aleatoria, que no puede ser considerada como definitoria. Recordemos que las características que definen una determinada producción literaria las encontramos en la obra misma, en los referentes intratextuales, y no fuera de ella, en los referentes extratextuales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
HOLA......Totalmente de acuerdo con tus palabras sobre la Literatura "infantil"Es una literatura esencia, dual... Una escritura depurada sin tantos adjetivos. Una escritura para ese publico sencillo pero muy exigente. Un público que va directo al grano, sin rodeos. Un público ideal: único, puro, profundo. Gracias por tus sabias palabras. Gladys Urbina M.
ResponderEliminarYo siempre me he planteado esa interrogante. Si se la denomina "Literatura Infantil", gramáticalmente el adjetivo "infatil" le corresponde al sustantivo "Literatura", y sabemos que en sí mismas, esas producciones no son "infantiles" por su forma o contenido, sino por el público al cual están destinadas. Si se quisiera enfocar esa característica, sería mas apropiado "Literatura para niños y jóvenes", como también se le conoce, ¿no?. Concuerdo con sus opiniones, excelente que se abra un blog de Literatura Infantil, lo felicito.
ResponderEliminarDifícil tarea teorizar sobre LI. En mi experiencia personal, al menos, los libros que más me acercaron al gusto por la lectura fueron siempre aquellos que no eran para mi edad. Y me parece lógico: uno lee para conocer otros mundos más interesantes, y en cuando se es niño los mayores y más atractivos misterios están en el mundo de los adultos...y en algunos de sus libros, a veces en aquellos que colocan en los estantes más altos.
ResponderEliminarLo de la literatura esencial...no sé, quizás lo entiendo para los libros de nenés; hay escritura buena y la hay mala, y ambas pueden tener una gran economía de recursos o ser muy frondosas. La que abunda en palabras no podrá ser disfrutada si, de muchas maneras, el niño y el joven no aprende cierta "gastronomía": a disfrutar el cómo se dicen las cosas, más allá de la anécdota; a entrenar la imaginación para que la palabra suscite imágenes gozosas y sorprendentes. Es un entrenamiento, me parece, que no comienza en los libros, sino en la oralidad, principalmente la de nuestros mayores. Vaya, ya arranqué un pequeño tratado...