lunes, 21 de febrero de 2011

El niño que se cayó en un agujero de Jordi Sierra i Fabra

Vemos en este libro a un autor, verdadera fábrica de best-sellers de todo tipo y argumento -desde novelas históricas hasta aventuras de toda índole (más de 300 obras publicadas, en su mayoría bastante comerciales) arriesgando en esta obra, escrita en un lenguaje coloquial, sencillo y ameno, pero con un tema de profundo contenido sicológico y filosófico. Se trata no sólo de una crítica a la indiferencia y falta de solidaridad de nuestra sociedad, aquella que tuerce la mirada para no ver lo que le produce desazón o miedo, es decir, todo aquello que "es" y no lo que "queremos ver", sino que en un plano semántico más profundo aborda el hecho de que los niños, más allá del estereotipo de que  son inocentes o ingenuos, de esa cómoda imagen de la infancia feliz, también experimentan fondos emocionales debidos a conflictos familiares, escolares u otras situaciones estresantes  que los sumergen en profundos huecos como el del protagonista, esos huecos del alma. 

Una imagen bastante simple, la del niño protagonista que queda súbitamente embutido y atrapado en un agujero en mitad de la acera, le sirve al autor para disparar una serie de escenarios –no exentas  de humor- con diversos actores principales de la sociedad (militar, cura, un ciego, un periodista, etc) que dejan claro los diversos mecanismos de que se vale el sistema y las personas que participan en él, para no ver aquello que es: un niño en problemas. Sólo un perro con el que dialoga (lo cual también puede simbolizar la situación de soledad y anonimato por la que atraviesa el protagonista) y un mendigo, que es quien le finalmente le arroja luces sobre cómo salir de la ciscunstancia en que se encuentra, se dignan tomarlo en cuenta.

Se trata de una obra importante por cuanto desnuda de manera ingeniosa, sensible y creativa una realidad perteneciente la vida cotidiana: la de numerosos niños que pasan por conflictos sicológicos y emocionales que podrían conducirlos a depresiones, abandono escolar y hasta, en el límite extremo, al suicidio. Por la manera ágil e imaginativa en que se desarrolla el argumento, y por la temática del mismo, está llamada a producir la identificación de los jóvenes lectores con la situación allí planteada.
Las ilustraciones no deslucen la calidad del libro, si bien no siempre se corresponden con lo descrito en el texto.

En resumen, un libro fuera de serie para ser recomendado a lectores de nueve años en adelante.


Sierra i Fabra, Jordi. El niño que se cayó en un agujero. Barcelona, Libros del Zorro Rojo, España, 2008.

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